¡Gracias! Sin gente como tú, el país no habría podido enfrentar la pandemia. No ha sido fácil, y hemos tenido varios reveses, pero no han sido tú responsabilidad, sino de la clase política.
Durante la pandemia, hemos descubierto que las estructuras de antes ya no nos sirven. Que el país más poderoso del mundo se ve amenazado por un virus porque millones de sus trabajadores no tienen seguro médico. Que el país democrático más antiguo del mundo se ve amenazado porque por siglos hemos dejado que el racismo corrompa nuestras estructuras sociales, políticas y económicas.
Hasta que dijimos, ¡basta ya!
Ahora nos toca mirar hacia el futuro. Hoy, más que nunca, el futuro está en tus manos. El futuro es de los que vencen sus miedos. De los que se unen para reclamar sus derechos.